domingo, 6 de marzo de 2011

Una mente abierta

Algunos nos jactamos de haber leído muchas veces la Biblia de pasta a pasta. Sin embargo, leerla no es suficiente para decir que la entendemos, interpretamos y aplicamos correctamente a nuestra vida cotidiana.

Hoy más que nunca se hace necesario leer la Palabra con una mente abierta. Y esto debido a que las ciencias bíblicas han alcanzado, al igual que todas las demás ciencias, un nivel de desarrollo muy superior. 

Es ahí cuando los que amamos la Palabra, debemos abrir nuestra mente para interpretarla, entenderla y aplicarla correctamente a nuestra vida cotidiana. Ahora bien, ¿Cómo hacer para tomar en cuenta lo que las ciencias bíblicas modernas nos proveen para una mejor comprensión de la Biblia?
  • En primer lugar tenemos que aceptar con humildad que no lo sabemos todo, aunque tengamos un doctorado en Divinidades y Teología. A veces los que han pasado por las aulas de un instituto bíblico o ya tiene un título o diplomado en teología, piensan que ya lo conocen todo ¡GRAVE ERROR! Sería mejor decir como Sócrates: ¡Sólo sé que no sé nada!
  • Debemos tener una sincera hambre por aprender. Es de notar que dije: HAMBRE. Si en verdad queremos aprender más para comprender mejor la Palabra, tenemos que imaginarnos que estamos hace diez días bajo el sol ardiente del desierto, sin probar comida alguna, y sentimos que lenta y dolorosamente nos estamos muriendo de hambre. Entonces a unos cuantos metros de distancia, logramos divisar un restaurante que nos ofrece una rica comida con la cual nos podemos recuperar para seguir caminando. El sol ardiente son las dificultades de la vida. El desierto es la vida misma. El hambre es la necesidad de la Palabra que debemos tener. El restaurante son los aportes que nos ofrecen las ciencias bíblicas. Y la rica comida es la Palabra que nos ha de recuperar para seguir caminando en nuestra vida cotidiana.
  • En tercer lugar, tenemos que tener una mente muy abierta para aceptar algunas de las cosas que la crítica bíblica, por mencionar una de las ciencias, afirma como verdad. Hay muchas de las cosas que no son verdad y sin embargo las creemos. Por ejemplo: no todas las cartas a las que se les llama Paulianas, son de Pablo; y la crítica bíblica tiene una lista muy larga de cosas que serían buenas que las conociéramos, para que se nos abra un panorama bíblico más amplio. Si andamos en el desierto y no hay de la comida que nos gusta, ni modo, de lo que hay comemos ¿verdad? Aceptemos que no todo lo que se nos dijo es tal y como se nos dijo.
  • Es importante tener en cuenta que si queremos tener una mente abierta, también tenemos que conocer los límites. Lastimosamente en las ciencias bíblicas modernas también hay personajes que manipulan la información por sus propios intereses y creencias torcidas. Por eso, hay que conocer los límites. Tener una mente abierta no significa aceptar todo. El Espíritu nos guiará a toda verdad, dice la misma Biblia.
¡Es hora de comenzar a leer la palabra con una mente más abierta! 

La pregunta que puede surgir es: ¿y dónde encuentro los aportes de las ciencias bíblicas modernas? tengo una respuesta: ¡Aquí! visita con frecuencia este blog y tendrás todo lo que necesitas saber respecto al libro más maravilloso del universo: LA PALABRA.  


Ezequiel Barrera
http://lapalabraporezequiel.blogspot.com/
El blog de la Palabra.         

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