lunes, 25 de junio de 2012

HUMILDAD

A un visitante que a sí mismo se definía como “buscador de la verdad” le dijo el Maestro: “Si lo que buscas es la verdad, hay algo que es preciso que tengas por encima de todo”.

“Ya lo sé: una irresistible pasión por ella” contestó el buscador.

“No, una incesante disposición a reconocer que puedes estar equivocado”.

Ese gran consejo del maestro, de este cuento, nos ayuda entender que muchas veces debemos reconocer con humildad que hemos estado totalmente equivocados en muchas cosas que hemos aprendido acerca de Dios.

Cuando leemos la Biblia debemos hacerlo con el ánimo que ella nos hable lo que realmente quiere decirnos y no lo que nosotros queremos que diga, tampoco forzarla a que diga lo que alguien nos enseño.

Reconocer que hemos estado equivocados en muchas cosas, por no leer con conciencia la Biblia, es ya el primer paso para aprender lo que Dios quiere decirnos realmente a través de ella.

Ezequiel Barrera

viernes, 8 de junio de 2012

Breve historia de los libros bíblicos (II)

Hemos dicho ya que el primer texto escrito de la Biblia es «La sucesión de David », que pertenece a la tradición oral yahvista de las tribus del sur y el norte(Los exegetas le llaman también: "Documento Yahvista" y abreviado: J), el cual evidencia ya que se trata de una  «edición real » que responde a las necesidades del poder salomónico.

Dicho de otra manera, la redacción Yahvista tiene como objetivo principal mostrar que la monarquía en Israel era necesaria y por eso incluso en ocasiones la alaba. Quienes estaban detrás de esta redacción manipularon el escrito para que los destinatarios quedaran convencidos que los reyes en Israel no eran una rebelión contra Dios, sino una necesidad. De igual forma las otras tradiciones (Elohista, Deuteronomista y Sacerdotal) a la hora de redactar sus escritos, dentro de lo que con el tiempo llegó a formar el canon del AT, impusieron sus ideas y valoraciones desde su campo y contexto social. 

Aquí es importante aclarar que cuando uso la frase: "Manipularon sus redacciones", no estoy sugiriendo que sea necesariamente malo, es más el Espíritu Santo se valió de todo eso para luego conformar el canon del AT y que todo eso se convirtiera en las Sagradas Escrituras. El tema de cómo estos libros y redacciones llegaron a convertirse en La Biblia lo abordaremos en otra ocasión.

Volviendo a la historia, en el año 930 muere Salomón. Inmediatamente se separan el sur y el norte para formar dos reinos dentro del mismo país: al norte con la capital en Samaria, al sur de Judá con la capital en Jerusalén.

 En el norte también se pusieron por escrito las tradiciones orales, que llegaron a formar el "documento elohista" (Abreviado F); trata los mismos acontecimientos y personajes que el yahvista pero desde su propia perspectiva, misma que platicaremos en una siguiente oportunidad.

Mientras tanto, en este reino del norte se desarrolla un movimiento profético de contestación ideolóogica (contra el sincretismo religioso, porque varios de los reyes del norte se volcaron a los dioses como Baal), política (contra el rey y la clase en el poder) y económica (contra la explotación de clase). 

Aquí quiero admitir que los pasajes que más me encantan en el AT son los del documento elohista porque su denuncia contra la injusticia, corrupción y explotación hacia la clase pobre en Latino américa es tan vigente como en el aquel entonces en Israel.

Algunos textos de la redacción elohista son los relativos a los profetas Elías y Eliseo (1Re 17- 2Re 13) y los violentos discursos de Amós y Oseas. 

Sin ánimo de aburrir y con la esperanza de que volvamos a encontrarnos en la tercera parte de esta serie de artículos que estoy escribiendo sobre la historia de los libros bíblicos, termino acá.

Gracias por tomarte el tiempo de leer y también por tus comentarios.


sábado, 26 de mayo de 2012

Breve historia de los libros bíblicos (I)

Contrario a lo que muchos podrían pensar, el libro del GÉNESIS no fue el primero en redactarse. En realidad se dice, con mucha seguridad, que lo más antiguo registrado en la Biblia es aquel canto de Números 21:17-18:

En esa ocasión Israel entonó este cántico:
«¡Que brote el agua!
¡Que cante el pozo!  ¡Pozo que el gobernante cavó con su cetro
y que el noble abrió con su vara!»

Este canto tiene sus orígenes allá por el año 1850 a.C, cuando aparecen en Palestina (llamada entonces Canaán) unos cuántos grupos de semitas nómadas. Seis siglos después, hacia el año 1250, las tribus semitas (o Israelitas) son expulsadas de Egipto, en donde habían sido reducidas a esclavitud. 


Luego de esto, un grupo se establece en el sur de Canaán en la región de Bersebé y de Hebrón; otro grupo se instala al norte, al rededor de Siquen. Poco a poco esas tribus se iban haciendo sedentarias; las del norte forman con las del sur una especie de confederación, de la que encontramos una huella en el pacto de Siquén (Josué 24).


Pero en el siglo XI los filisteos ocupan el país y le dan su nombre: Palestina; provistos de armas de hierro y de carros de guerra resultan invencibles en el campo de batalla. Para resistirles, las tribus del norte nombran rey a Saúl. En 1030 Saúl cae muerto durante la batalla-derrota de la llanura de Yzreel, al pie del monte Gelboé . 

A partir de entonces un hombre de las tribus del sur, David, se hace con el poder, logra hacerse proclamar rey primero de Judá (en el sur) y luego de Judá e Israel (en el norte). Pone su capital en Jerusalén. 

Llegamos al año 1000. Le sucede uno de sus hijos, Salomón. Fue en su corte, hacia el año 950, cuando se redacta el primer texto escrito de la Biblia que nos ha llegado en su totalidad, el relato de «la sucesión de David» (2 Sam 9-20 y 1 Re 1-2).

Cabe destacar que esta primera redacción tiene una línea ideológica, política, social  y hasta económica... ¡Al igual que toda la escritura del AT!


Hay por lo menos tres corrientes de pensamientos que se ven claramente a lo largo de todo el AT. Nos referimos a las corrientes YAHVISTA, ELOHÍSTA y  SACERDOTAL; las cuales abordaremos en una siguiente oportunidad.


Deja tus comentarios. Bendiciones.

domingo, 5 de febrero de 2012

LA DIVISÓN DE LA BIBLIA

¿SABÍAS QUÉ...?

Los libros de la biblia no fueron escritos en capítulos y menos versículos. Todo lo contrario, eran un solo texto.

La Biblia fue dividida en capítulos en el siglo XIII (entre los años 1234 y 1242), por el teólogo Stephen Langhton, entonces Obispo de Canterbury, en Inglaterra, y profesor de la Universidad de París.

La división del Antiguo Testamento en versículos fue establecida por estudiosos judíos de las Escrituras, llamados masoretas. Con hábitos monásticos y ascéticos, los masoretas dedicaban sus vidas a la recitación y la copia de las Escrituras, así como a la formulación de la gramática hebraica y las técnicas didácticas de la enseñanza del texto bíblico. Fueron ellos los primeros que –entre los siglos IX y X– dividieron el texto hebraico (del Antiguo Testamento) en versículos.

Influenciado por el trabajo de los masoretas en el Antiguo Testamento, un impresor francés llamado Robert d’Etiénne dividió el Nuevo Testamento en versículos en el año 1551 E.C. D ‘Etiénne vivía entonces en Génova, Italia.
Por fin, en 1553 se publicó la edición de la Biblia francesa de Robert Estienne, la primera Biblia completa con la actual división de capítulos y versículos.
La versión Geneva Bible (1560 E.C.) fue la primera Biblia inglesa dividida en versículos numerado.

Hasta buena parte del siglo XVI, las Biblias eran publicadas solamente con divisiones en capítulos. Sucedió así, por ejemplo, con la Biblia que Lutero tradujo al alemán, alrededor del 1530.

La primera Biblia que incluyó totalmente la división de capítulos y versículos fue la llamada Biblia de Ginebra, publicada en 1560 E.C. en Suiza. Los editores de la Biblia de Ginebra optaron por los capítulos y versículos reparando en la gran utilidad que tenían para la memorización, localización y comparación de pasajes bíblicos.

Añado que, como la división no fue por inspiración divina, tiene muchos errores que algún día comentaremos en el estudio que estamos haciéndo en mi blog del Apocalipsis.

jueves, 20 de octubre de 2011

Paralipómenos


¿SABÍAS QUÉ...?

En la septuaginta, es decir la primera traducción del Antiguo Testamento al griego, a los dos libros de las Crónicas de los Reyes (que en realidad eran un solo volumen) se les llamó "Paralipómenos". Esa palabra significa: Suplemento o adición a algún escrito. Y eso en razón de dar algunos detalles que los libros de los Reyes omitieron.

El ojo de una aguja

¿SABÍAS QUÉ...?  

Cuando Jesús dijo: "Resulta más fácil a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el reino de Dios", algunos han intentado explicar esta exageración literaria, describiendo una pequeña puerta llamada “ojo de aguja”, en el portón de entrada en la ciudad de Jerusalén. Según esta explicación, un camello podría pasar con dificultad por el “ojo de aguja”, de rodillas y sin carga encima. Es una bella explicación, pero carece de apoyo histórico, pues comenzaron a llamar “ojo de aguja” a esa pequeña puerta, ubicada en el portón, unos mil años más tarde, precisamente por causa de la enseñanza de Jesús. Otros observan que la palabra griega “camellos” (kámelos) es muy parecida a la palabra “cuerda” (kámilos) y que quizá los escribas se equivocaron al copiarla. Sin embargo, no se encuentran variantes de esta naturaleza en los manuscritos más antiguos. De todos modos, sigue siendo una exageración. Y lo importante de todo es que para los ricos les resulta difícil entrar en el reino porque aman más sus riquezas y no están dispuestos a compartir.

lunes, 19 de septiembre de 2011

Los proverbios del Nuevo Testamento


En torno a la epístola que tradicionalmente se le ha atribuido a Santiago, giran numerosas curiosidades y datos interesantes de los cuales podemos comentar el siguiente:

La epístola universal de Santiago es considerada “Los Proverbios del Nuevo Testamento”, en razón de tratar los mismos temas que la recopilación de los Dichos de los Sabios, que tradicionalmente hemos conocido como “Los Proverbios”.

Tales temas son: La sabiduría, la paciencia, las buenas obras, la obediencia, el buen uso de la lengua, advertencias a los ricos deshonestos… entre otros.

Sabiendo esto, tu misión es encontrar en la lectura de la epístola, cada uno de los temas y compararlos con Proverbios. ¡Inténtalo, veras qué emocionante es leer esta epístola!